En México se desechan más de un millón y medio de baterías de auto al año, pero ¿te has preguntado qué pasa con ellas? La verdad es que este elemento, esencial para el funcionamiento de cualquier vehículo, puede contaminar severamente el entorno si no se gestiona de forma correcta.
El ácido sulfúrico y el plomo son los principales elementos presentes en las baterías, y ambos contribuyen a la contaminación del agua y del suelo. De hecho, más de tres cuartas partes del consumo global de plomo se debe a la fabricación de baterías hechas a base de plomo y ácido para la industria automotriz.
Este se ha convertido en un grave problema medioambiental y también en una amenaza para la salud humana, pues se estima que unos 800 millones de niños en el mundo se han visto afectados por la intoxicación de plomo a raíz de malas prácticas de reciclaje.
Además, cuando no son recicladas de manera correcta, las baterías emanan ácidos que percolan y contaminan las napas freáticas (acumulaciones de agua bajo el nivel del suelo), enfermando flora y fauna en los alrededores, principalmente, por la presencia de plomo.
Es por esto que como una empresa socialmente responsable, acumuladores Matú acepta tus cambios de casco ya sea al momento de comprar una batería nueva o al querer venderla por kilo, de esta forma nos encargamos de que estos materiales peligrosos sean tratados con el cuidado que necesitan y se aprovechan sus caracteristicas para la creación de nuevas baterías.